En el almacén, la carretilla elevadora es nuestra principal herramienta de trabajo, y como tal, tenemos que darle el mantenimiento necesario para mantener sus prestaciones y alargar su vida útil. El mantenimiento es fundamental también para luchar contra la siniestralidad laboral y garantizar que los trabajadores van a poder realizar su labor con la mayor garantía de seguridad. Independientemente de que la carretilla elevadora con la que trabajamos sea de propiedad o de alquiler, hay que seguir escrupulosamente una serie de recomendaciones en materia de mantenimiento.
Cuando hayamos acabado de utilizar la carretilla elevadora, tenemos que comprobar que la dejamos en buen estado. Esto incluye fijarnos en la dirección del vehículo y ver que los neumáticos están en óptimo estado. La dirección y los neumáticos son vitales para que la carretilla elevadora tenga la estabilidad necesaria y podamos trabajar sin miedo a los vuelcos. En cuanto a los neumáticos nos fijaremos no sólo en la presión, sino también en el dibujo.
Revisiones periódicas a fondo para alargar la vida de la carretilla
También hay que comprobar cuál es el estado de los frenos, en especial el freno de mano. Tenemos que estar atentos a los ruidos extraños que nos puedan hacer pensar que nuestra carretilla elevadora sufre alguna avería mecánica. Si vemos que nuestro vehículo es más ruidoso que habitualmente, probablemente tendremos que recurrir a los mecánicos para que revisen el estado del motor y del tubo de escape. Conviene revisar el nivel de ruido midiendo los decibelios.
También vale la pena revisar todos los elementos hidráulicos y ver si los indicadores de señalización e iluminación funcionan adecuadamente. Es importante que estas revisiones periódicas sean llevadas a cabo por personas con conocimientos específicos, que tengan acreditada su formación y conocimientos en materia de seguridad. En el caso de que consideren que hay que arreglar la carretilla o sustituir algunas piezas, habrá que retirar el vehículo de almacén y trabajar con otras carretillas o con vehículos de alquiler.
Finalmente, estaremos muy atentos al estado y posible deterioro que hayan podido sufrir los elementos de carga de la carretilla elevadora, como por ejemplo las uñas y las horquillas. Es necesario saber cuál es el límite de carga de nuestra carretilla y no excedernos, ya que podríamos provocar caídas de los palets y ocasionar daños muy graves no sólo en la mercancía sino también provocar daño a nuestros trabajadores.